Cada persona tiene una reputación por la cual
es conocido; sin embargo, hay malos hábitos que destruyen nuestra buena
imagen y tal vez no estamos conscientes de ellos. Éstas son algunas
prácticas que hacen que los demás duden de tu palabra, te vean como una
persona no confiable y pierdas tu credibilidad:
1. Dices algo y luego aseguras que estabas bromeando:
Usar la frase “estaba bromeando” con mucha frecuencia puede hacer que pierdas tu prestigio. El problema no radica
en ser gracioso o divertido, sino que esta frase causa que los demás no sepan distinguir entre cuándo estás bromeando
y cuándo dices la verdad. La risa es muy importante en nuestras vidas, pero también debemos encontrar un balance y
utilizarla en el tiempo adecuado. De lo contrario, las personas que nos rodean pueden pensar que no nos tomamos nada
en serio o que somos mentirosos.
2. Prometes y no cumples:
No cumplir tus promesas hace que las personas
no sólo duden de ti, sino que también pierdas su confianza. Si no crees
poder cumplir algo, es mejor que no digas que lo harás. No aceptes
compromisos sólo para no quedar mal ante otros. Es mejor que te rehúses a
hacer algo y ser fiel a tu palabra, que prometer y después no cumplir. Mateo 5:37
3. mientes mucho:
Una frase popular dice “en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.
Esta expresión resume una de las malas consecuencias de la mentira. Tu
credibilidad y tu relación con los demás se destruye cuando mientes
demasiado; además, arruina tu relación con Dios. Proverbios 12:22
4. No eres consistente en el tiempo:
Si un día dices una cosa y al día siguiente
cambias de opinión, las personas que te rodean dejarán de creerte.
Incluso si cambias de parecer por motivos externos y no porque eres
mentiroso, para los demás será difícil confiar en alguien que no es
consistente con el tiempo. Por lo tanto, se cuidadoso con tus palabras y
no te dejes guiar por el momento. Proverbios 13:3
5. Dices muchas versiones del mismo hecho:
Cuando algo sucede y cuentas distintas
versiones del mismo hecho, las personas te perciben como mentiroso y
alguien en quien no se debe confiar. Para evitar perder tu credibilidad
por esta mala práctica, limítate a contar la verdad de lo ocurrido y no
agregues detalles que no existen. De esta manera los demás sabrán que
eres digno de creer y confiar. Proverbios 14:5